Rocas. Testigos silenciosos de una catástrofe descasan en un río contaminado. Sus grietas guardan la memoria histórica de una comunidad que logró sobreponerse a la huella de la negligencia, la ausencia y el abandono. Su voz se escucha en el silencio del rio, susurrando el nombre de quienes quedaron atrás en este paisaje apocalíptico. Ellas permanecen como una oda a la vida que quedó en el agua, a la paz y la esperanza, a la solidaridad y a la naturaleza que, aunque sufra, siempre resurge.
Marzo 23, 2019